LECCIÓN 8 Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.

 LECCIÓN 8  

Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.


1. Esta idea es, obviamente, la razón de que veas únicamente el pasado. 2En realidad nadie ve nada. 3Lo único que ve son sus propios pensamientos proyectados afuera. 4El hecho de que la mente esté absorbida con el pasado es la causa del concepto erróneo acerca del tiempo de que adolece tu visión. 2Tu mente no puede captar el presente, que es el único tiempo que hay. 6Por consiguiente, no puede entender el tiempo, y, de hecho, no puede entender nada.

2. El único pensamiento completamente verdadero que se puede tener acerca del pasado es que no está aquí. 2Pensar acerca del pasado, por lo tanto, es pensar en ilusiones. 3Muy pocos se han dado cuenta de lo que realmente supone visualizar el pasado o prever el futuro. 4De hecho, la mente está en blanco al hacer eso, ya que en realidad no está pensando en nada.

3. El propósito de los ejercicios de hoy es comenzar a entrenar a tu mente a reconocer cuando no está realmente pensando en absoluto. 2Mientras tu mente siga absorbida con ideas sin contenido, la verdad permanecerá bloqueada. 3Reconocer que tu mente ha estado simplemente en blanco, en vez de seguir creyendo que está llena de ideas reales, es el primer paso en el proceso de allanar el camino a la visión.

4. Los ejercicios de hoy deben hacerse con los ojos cerrados. 2Ello es así porque en realidad no puedes ver nada, y es más fácil reconocer que por muy vívidamente que puedas visualizar un pensamiento, no estás viendo nada. 3Con el mayor desapego que puedas, escudriña tu mente durante el habitual minuto más o menos, notando simplemente los pensamientos que allí encuentres. 4Nombra cada uno por la figura central que contenga, y luego pasa al siguiente. 5Da inicio a la sesión de práctica diciendo: 


6Parece que estoy pensando en ___________________


5. Luego describe detalladamente cada uno de tus pensamientos. Por ejemplo:


3Parece que estoy pensando en [nombre de la persona], en [nombre del objeto], en [nombre de la emoción],


y así sucesivamente, concluyendo al final del período de búsqueda mental con:


4Pero mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.


6. Esto puede hacerse cuatro o cinco veces en el transcurso del día, a menos que te resulte irritante. 2Si te resulta difícil, tres o cuatro veces es suficiente. 3Tal vez te ayude, no obstante, incluir la irritación, o cualquier emoción que la idea de hoy pueda suscitar, en la búsqueda mental en sí.

LECTURA DE LA LECCIÓN 8


LECCIÓN 8
COMENTADA POR JORGE LUIS ALVAREZ CASTAÑEDA



OCURRIR DE LA LECCIÓN 8





LECCIÓN JORGE PELLICER





LECCIÓN DAVID HOFFMEISTER




LECCIÓN MARIA IBARS





LECCIÓN KENNETH WAPNICK




 LECCIÓN 8

Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.


Comentada por:

Jorge Luis Álvarez Castañeda


¡Que la paz sea con nosotros hoy!


    Jesús, ha venido enseñándonos la importancia de nuestros pensamientos como determinantes en lo que vemos. Hoy, nos dice que mi mente está absorbida por pensamientos del pasado y es por eso que, sólo veo el pasado, como vimos en la lección de ayer. Los pensamientos que tengo determinan lo que vea en el mundo.  Jesús, nos dice en la lección:


    _”Esta idea es, obviamente, la razón de que veas únicamente el pasado. En realidad nadie ve nada. Lo único que ve son sus propios pensamientos proyectados afuera. El hecho de que la mente esté absorbida por el pasado es la causa del concepto erróneo acerca del tiempo de que adolece tu visión. Tu mente no puede captar el presente, que es el único tiempo que hay. Por consiguiente, no puede entender el tiempo, y de hecho, no puede entender nada”_.


    Nos negamos a aceptar lo que la simple lógica nos indica de que el pasado ya pasó y que, por lo tanto, no debería afectarnos. Pero, no lo hacemos porque nuestra mente se aferra al pasado por la ancestral culpa que cargamos debido a la creencia en la separación de Dios. Volvemos a la relación entre proyección y percepción: Lo que vea internamente, en mi mente, será lo que proyecte y perciba afuera. Y no vemos nada porque mi mente está dominada por el pasado e ignoro el presente que es el único tiempo en el que puedo garantizar cambios, pues tanto el pasado y el futuro no se encuentran en el presente.


Continúa Jesús en la lección:

_”El único pensamiento completamente verdadero que se puede tener acerca del pasado es que no está aquí. Pensar acerca del pasado, por lo tanto, es pensar en ilusiones. Muy pocos se han dado cuenta de lo que realmente supone visualizar el pasado o prever el futuro. De hecho la mente está en blanco al hacer eso, ya que en realidad no está pensando en nada”_.


    Cuando pienso en el pasado, pienso en ilusiones, dice Jesús. Si pienso que la causa de lo que me sucede está en el pasado es imposible hacer nada al respecto. Ahí, utilizo el pasado para justificar lo que me pasa. Puedo utilizar a mis padres, o a alguna situación que considere negativa en alguna etapa de mi vida, para negarme a hacer cambios en el presente y seguir jugando el juego del ego de  la proyección de mi culpa en mi hermano.  De esa manera, puedo sentirme inocente y víctima, como una manera de eludir mi responsabilidad en realizar los cambios que necesite.  También, puedo utilizar el tiempo para anticipar el futuro, para prever lo que va a  pasar y tratar de controlar el futuro. Lo cual, no deja de ser una ilusión, un imposible, pero un recurso muy útil por el ego para no asumir mis responsabilidades en el presente. Con razón dice Jesús, que si estoy pensando en el pasado o el futuro no estoy pensando en nada.


    Continúa Jesús:

  ”El propósito de los ejercicios de hoy es comenzar a entrenar tu mente a reconocer cuando no está pensando en nada en absoluto. Mientras tu mente siga absorbida con ideas sin contenido, la verdad permanecerá bloqueada. Reconocer que tu mente ha estado simplemente en blanco, en vez de seguir creyendo que está llena de ideas reales, es el primer paso en el proceso de allanar el camino a la visión”.


    Importante lo que dice Jesús de que estamos entrenando la mente para saber cuándo estamos pensando realmente. Si pensamos en el pasado o en anticipar el futuro nuestra mente está en blanco, estamos pensando en ilusiones y no está llena de ideas reales. Cuando Jesús, habla de lo real se refiere a las creaciones de Dios. Saber que estamos pensando con el ego y no con el Espíritu Santo es el primer paso hacia la visión. La visión también se llama la visión de Cristo o la percepción verdadera. No tiene que ver con lo que vemos con los ojos del cuerpo, es una visión interna, es ver a través de los ojos de Cristo que sólo ven perdón, amor, paz, bondad. La visión de Cristo deshace las percepciones de culpa y miedo del ego y ve únicamente inocencia, santidad y trasciende la visión del cuerpo. Alcanzar la percepción verdadera o la visión es la meta del Curso. Para esto Jesús está entrenando nuestra mente con estas lecciones.


    Continúa Jesús:

”Los ejercicios de hoy deben hacerse con los ojos cerrados. Esto se debe a que en realidad no puedes ver nada, y es más fácil reconocer que por muy vívidamente que puedas visualizar un pensamiento, no estás viendo nada. Con el mayor desapego que puedas escudriña tu mente durante el habitual minuto más o menos tomando simplemente nota de los pensamientos que allí encuentres. Identifica cada uno por la figura central o el tema de que se trate, y luego pasa al siguiente. Da inicio a la sesión de práctica diciendo:

Parece que estoy pensando en _____________.


    Jesús, quiere que nos centremos en nuestros pensamientos y no en lo que vemos externamente. Por eso, nos pide que estemos con los ojos cerrados atentos a los pensamientos que surjan sin escoger los pensamientos. Simplemente atentos a los que surjan. 


    Continúa Jesús:

”Luego describe detalladamente cada uno de tus pensamientos. Por ejemplo:

Parece que estoy pensando en____

Luego describe detalladamente cada uno de tus pensamientos. Por ejemplo:


Parece que estoy pensando en [nombre de la persona], en [nombre del objeto], en [nombre de la emoción],

y así sucesivamente, concluyendo al final del período de búsqueda mental con:

Pero mi mente está absorbida con pensamientos del pasado. 

 

    Aquí Jesús, nos quiere enseñar como, en cualquier pensamiento, podemos encontrar que siempre están referidos al pasado. Nuestro referente no es el presente. Esto contribuye a que la manera como nos vemos y vemos a nuestros hermanos no es con base a lo que está sucediendo en el presente sino a situaciones pasadas. Empieza a introducirnos en lo que constituye el milagro, es decir, una corrección en nuestra manera de pensar donde dejamos el sistema de pensamiento del ego, que tiene como referente al pasado y al conflicto y pasamos al sistema de pensamiento del Espíritu Santo cuyo referente es el presente y la paz.


    Finalmente nos dice Jesús:

    ”Esto puede hacerse cuatro o cinco veces en el transcurso del día, a menos que te resulte irritante. Si te resulta difícil, tres o cuatro veces será suficiente. No obstante, tal vez te ayude, incluir la irritación, o cualquier emoción que la idea de hoy pueda suscitar, en la búsqueda mental en sí”.


    Aquí, Jesús, quien conoce nuestras resistencias, nos trata amablemente. Si se nos dificulta hacer la lección podemos disminuir la intensidad. En ningún momento, Jesús nos va a juzgar o a criticar. No quiere que nos impongamos cosas que no queremos hacer. Este es un curso de entrenamiento mental y, si se persiste, la resistencia irá cediendo. El ego siempre nos llamará a desistir. Como parte de ese entrenamiento de ir venciendo las resistencias Jesús, nos llama a incluir la resistencia o lo que me irrite y aplicarle la idea de hoy.


Proceso de práctica de la lección


Objetivo


  Empezar a entrenar tu mente en reconocer que tu mente está bloqueada porque está centrada en el pasado y que es necesario abrirle paso a otros pensamientos: los pensamientos reales o de Dios que producirán la verdadera visión.


Ejercicio


Realizarlo cuatro o cinco veces en el día, o, menos que te resulta irritante, con una duración de un minuto. 


Cierra los ojos. Observa los pensamientos que surjan durante un minuto sin destacar ninguno en especial. Nómbralos por el personaje central o tema de que trate cada uno.


 Con cada uno dices:

  Parece que estoy pensando en (nombre de la persona), en (nombre del objeto), en (nombre la emoción, y así sucesivamente).


    Al final termina diciendo:

     Pero mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.


Les deseo muchas experiencias con esta lección que contribuyan a su despertar espiritual. Hagamos la lección siempre en compañía del Espíritu Santo y de Jesús, sin olvidarnos de reír.


Muchas, muchísimas, bendiciones.

Jorge Luis Álvarez Castañeda


Lección 8. 
MI MENTE ESTÁ ABSORBIDA CON PENSAMIENTOS DEL PASADO. 

Kenneth Wapnick

"Hay una secuencia discernible en las lecciones a medida que uno continúa leyendo y practicándolas. Jesús comienza con ideas simples y declaraciones sobre la forma en que percibimos el mundo. Luego pasa rápidamente a la forma en que percibimos nuestros pensamientos y, comenzando con la Lección 8, desarrolla mucho más claramente la conexión específica de causa y efecto entre nuestros pensamientos y el mundo. Aquí, por primera vez en el libro de ejercicios, habla sobre la irrealidad del mundo. También introduce la idea de proyección, un principio que estaba implícito en las primeras siete lecciones, pero se identificará claramente en las lecciones siguientes. Jesús nos ha estado diciendo hasta este punto que lo que vemos no tiene significado porque lo que vemos proviene de lo que pensamos. Y lo que pensamos (en nuestras mentes identificadas con el ego) no tiene significado porque niega el verdadero Significado. Esto no se ha establecido claramente en las lecciones hasta la fecha, aunque lo hemos discutido, pero ciertamente ha estado implícito y se explicará de manera más explícita en las lecciones por venir. 
(1:1) «Esta idea es, obviamente, la razón de que veas únicamente el pasado.» 
La lección 7, “Sólo veo el pasado”, introdujo la idea de que todo lo que percibimos carece de significado porque se basa en nuestros pensamientos del pasado. En la Lección 8, Jesús continúa y extiende su discusión del tiempo y el pasado: «Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado». No es simplemente que veamos solo el pasado, que, nuevamente, fue el tema de la Lección 7, sino que sólo vemos el pasado porque sólo «pensamos» en el pasado. Jesús está aquí introduciendo la idea de que lo que vemos «fuera» proviene de lo que pensamos «dentro», un tema importante del texto: “la proyección da lugar a la percepción” (T-13.V.3: 5; T-21.in.1: 1 ). Lo que creemos y hemos hecho realidad sobre nosotros mismos «dentro», ya sea como hijos del ego o como hijos de Dios, se reflejará directamente en lo que percibimos «afuera», porque lo interno y lo externo son lo mismo. Esta es una variación del principio esencial en Un Curso de Milagros de que «las ideas no abandonan su fuente». 
Volveremos más adelante a este tema tan importante. Que «mi mente esté absorbida con pensamientos del pasado» es, por supuesto, la razón de que sólo veamos el pasado (1: 1). Aunque no se indica claramente aquí, pero está claramente implícito, es el principio de que lo que vemos proviene de lo que pensamos. Es por eso que: (1:2) «En realidad nadie ve nada.» 
Esta es otra de esas declaraciones que, cuando comienzas a leer el texto y a hacer las lecciones, tu mente tenderá a pasar por alto, porque realmente no quieres aceptar lo que Jesús está diciendo. Él quiere decir esto literalmente: “En realidad nadie ve nada”. 
(1:3) «Lo único que ve son sus propios pensamientos proyectados afuera.» 
En el texto hay muchos pasajes - un par de ellos en el libro de ejercicios también - donde Jesús explica que los ojos del cuerpo no ven, al igual que el cuerpo no piensa, siente, oye, ni hace nada. Simplemente hace lo que la mente le dice que haga (por ejemplo, T-28.V.5:3-8; VI.2:1-9; M-8.3:3-4:3). El cuerpo puede considerarse entonces simplemente como un títere o un robot que lleva a cabo los dictados de su amo. Por eso no vemos nada. Todo lo que "vemos" y, básicamente, este «vemos» debe estar entre comillas, es una proyección de lo que hemos estado pensando. Y, como hemos visto, lo que hemos estado pensando al escuchar al ego es simplemente nada. 
(1:4) «El hecho de que la mente esté absorbida con el pasado es la causa del concepto erróneo acerca del tiempo de que adolece tu visión.» 
En el Preludio, al igual que en los comentarios a la Introducción al libro de ejercicios, mencioné que una forma de entender el tiempo como lo conocemos, es decir, como lineal (pasado, presente y futuro) es verlo como nada más que un reflejo o sombra del sistema de pensamiento del ego de pecado, culpa y miedo. Cuando elegimos nuestra individualidad sobre la unicidad del Espíritu Santo, y luego buscamos preservar esta identidad individual, el ego nos hace construir su sistema de pensamiento de pecado, culpa y miedo. Para reafirmar esta importante dinámica: el «pecado» dice que hemos pecado contra Dios en el pasado; experimentamos «culpa» por lo que hemos hecho en lo que el ego llama presente; y dado que la culpa siempre exige un castigo, entonces tenemos «miedo» del castigo de Dios, el cual creemos merecer. Ese miedo al castigo, por supuesto, apunta hacia el futuro. Si tienes en cuenta esta "trinidad profana" de pecado (pasado), culpa ("presente") y miedo (futuro) al leer este primer párrafo, tendrá mucho más sentido. Cuando miramos fuera vemos un mundo regido por el tiempo. Es, por supuesto, también un mundo de espacio. El espacio y el tiempo, como los describe el texto, son lados opuestos del mismo error (T-26.VI11.1: 3-5). Por lo tanto, todo lo que vemos afuera lo vemos en términos del pasado, porque lo vemos a través de la lente de nuestra identidad individual. Esta identidad está enraizada en el pecado, la creencia de que nos hemos separado de Dios y ahora existimos como entidades separadas. Ya que creemos que estamos en guerra con Dios, un tema que se desarrollará más adelante, también debemos creer que estamos en guerra con todos los demás. Como resultado, cada percepción en nuestro mundo está orientada a tratar el tema del especialismo: quién es la persona especial que ganará y quién la persona especial que perderá. Cuando esto se expresa directamente, es un odio especial; cuando se oculta, es un amor especial. Además, el especialismo está arraigado en la noción de tiempo del ego, que, una vez más, proviene de la creencia en el pecado, la culpa y el miedo. Por consiguiente, el especialismo no puede «no» estar enraizado en el pasado. 
El "concepto erróneo acerca del tiempo" es que es real - hay un pasado, presente y futuro - y que el presente y el futuro son causados directamente por el pasado. Así, lo que somos hoy es por nuestro pasado. El futuro, igualmente, será meramente una extensión del presente del ego. 
(1:5) «Tu mente no puede captar el presente, que es el único tiempo que hay.» 
El presente del ego no es este "presente", a lo que Un Curso de Milagros se refiere como el "instante santo". Como esta experiencia no está arraigada en el tiempo, tampoco está arraigada en el pecado, la culpa y el miedo. Está arraigada en la presencia de mentalidad recta del Espíritu Santo, en la cual la visión - no basada en el pasado, y ciertamente no en el especialismo - se convierte en el medio para que el amor nos guíe desde adentro. 
(1:6) «Por consiguiente, [tu mente] no puede entender el tiempo, y, de hecho, no puede entender nada.» 
Esto se debe a que todo lo que pensamos que entendemos está arraigado en la realidad aparente del mundo espacial y temporal. Mientras nos identifiquemos como individuos, separados y autónomos, debemos creer en la totalidad del sistema del ego. Todo lo que percibimos, por lo tanto, será una sombra de su ilusorio pensamiento de separación, lo que significa que no entenderemos nada. 
(2:1) «El único pensamiento completamente verdadero que se puede tener acerca del pasado es que no está aquí.» Esta es otra de esas líneas que, si le prestases mucha atención, te haría saltar por la ventana. Si eres una criatura del pasado y no hay pasado, entonces debe significar que no hay ningún «tú». En "El recuerdo del presente", que abre el Capítulo 28 en el texto, aparece la frase: "Hace mucho que este mundo desapareció." (T-28.I.1:6). Si esto es cierto, significa que «tú» también hace mucho que desapareciste. Esto nos obliga a preguntar: ¿Quién es el «tú» que cree que está leyendo esas palabras? O, en las palabras de Jesús en el texto: "¿Quién es el "tú" que vive en este mundo?" (T-4.II.11:8) En otras palabras, nuestra existencia es literalmente un invento, y si prestaras mucha atención a ese pensamiento estarías aterrorizado. Si no lo estás, es porque «no» le estás prestando mucha atención. Esa declaración está literalmente diciendo, como lo está esta declaración en la Lección 8, que tú no existes. 
Esto explicaría, como hemos mencionado anteriormente, por qué hacer este libro de ejercicios cuidadosa y diligentemente debería provocarte una ansiedad extrema, incluso si no estás seguro de dónde proviene la ansiedad. Hay una parte de ti que reconoce lo que está diciendo, aunque, nuevamente, el lenguaje es simple y no parece tener el mismo peso metafísico que se encuentra en el texto. Es por eso que olvidas las lecciones, no quieres hacerlas y tiendes a pasarlas por alto y te centras solo en sus aspectos más superficiales. 
(2:2) «Pensar acerca del pasado, por lo tanto, es pensar en ilusiones.» 
Pensar acerca del pasado es pensar en ilusiones. Detente por un momento mientras realizas esta lección y considera cómo casi todos los pensamientos que tienes a lo largo del día se basan en el pasado, ya sea algo tan común como sujetar una taza de café o algo que parece mucho más importante. Los pensamientos sobre una situación, una relación, tu cuerpo o cualquier otra cosa, están todos basados en el pasado. Y deben serlo, porque el pasado no es más que la sombra del pecado, y el pecado es separación. Mientras creas que eres una entidad separada, debes creer en la realidad del pecado y, por lo tanto, del tiempo. 
(2:3-4) «Muy pocos se han dado cuenta de lo que realmente supone visualizar el pasado o prever el futuro. De hecho, la mente está en blanco al hacer eso, ya que en realidad no está pensando en nada.» 
Esta declaración es la base de otra declaración que decimos con frecuencia en talleres y clases: "Los pensamientos que pensamos que pensamos que no son nuestros pensamientos reales". Si no son nuestros pensamientos reales, no existen. De ello se deduce que, como nos hemos identificado con nuestros pensamientos, «nosotros» tampoco existimos. "La mente está en blanco al hacer eso, ya que en realidad no está pensando en nada." No solo nuestra existencia es una ilusión; de hecho, «toda» existencia es una ilusión, porque contrasta con la realidad del «estado de ser». Una discusión de esta distinción se puede encontrar en (T-4.VII.4-5.) 
(3:1) «El propósito de los ejercicios de hoy es comenzar a entrenar a tu mente a reconocer cuando no está realmente pensando en absoluto.» 
De declaraciones como esta, como de muchas otras, queda claro que el propósito de Jesús en estas lecciones es entrenar nuestras mentes. Aquí, específicamente, el enfoque es en la idea del pensamiento - para que nos demos cuenta de que realmente no estamos pensando en absoluto. Tomaremos conciencia de esto reconociendo cuán arraigados están nuestros pensamientos en el pasado o, aunque este no es el punto de esta lección, cuán arraigados están en el miedo al futuro. Nos preocupamos por lo que sucederá - ya sea que estemos hablando de los próximos cinco minutos o de los próximos cinco años - porque todos estos pensamientos de preocupación sobre el futuro están arraigados en nuestros pensamientos inquietantes del pasado. 
(3:2) «Mientras tu mente siga absorbida con ideas sin contenido, la verdad permanecerá bloqueada.» 
Esta idea se desarrollará a medida que avancemos - el propósito de ideas sin contenido y de aferrarnos al pasado es bloquear la verdad. El «propósito» sigue siendo uno de los temas centrales de Un Curso de Milagros, y Jesús lo enfatiza repetidamente como medio para comprender el sistema de pensamiento del ego, como se ve, por ejemplo, en su introducción a las leyes del caos (T-23.II.1:1-5). Esta es otra declaración importante que nuestras mentes podrían pasar de largo, porque revela la motivación para aferrarse a ideas sin contenido, ya sean preocupaciones acerca del pasado, miedos acerca del futuro o sentimientos de culpa presentes. Todos ellos son intentos con el propósito de mantener oculta la verdad de nuestra identidad como Cristo. 
(3:3) «Reconocer que tu mente ha estado simplemente en blanco, en vez de seguir creyendo que está llena de ideas reales, es el primer paso en el proceso de allanar el camino a la visión.» 
Como es el caso en los tres libros de Un Curso de Milagros, el enfoque de Jesús es en que eliminemos "los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor" (T-in.1: 7). Estos obstáculos son el problema. No tenemos que preocuparnos por lo que Jesús o la verdad están haciendo, pero tenemos que estar alertas sobre lo que el «ego» está haciendo. Por lo tanto, es muy útil entender que al albergar ideas sin contenido nuestras mentes están en blanco, porque estas ideas son sobre el pasado. Eso comienza el proceso de abrir la puerta a la verdadera percepción, la visión del verdadero perdón que nos lleva a la verdad. 
(4:1-3) «Los ejercicios de hoy deben hacerse con los ojos cerrados. Ello es así porque en realidad no puedes ver nada, y es más fácil reconocer que por muy vívidamente que puedas visualizar un pensamiento, no estás viendo nada. Con el mayor desapego que puedas, escudriña tu mente durante el habitual minuto más o menos, notando simplemente los pensamientos que allí encuentres.» 
Algunos de los ejercicios anteriores requieren que nuestros ojos estén abiertos. El punto aquí, y más adelante también, es que no hay diferencia entre lo que vemos o lo que pensamos. Ellos son lo mismo. Aquí, Jesús no está hablando de lo que percibimos externamente, sino que se enfoca en lo que estamos pensando. Vemos nuevamente el importante énfasis puesto en no hacer que nuestros pensamientos sean especiales, o más o menos importantes que cualquier otro. La lección pasa ahora a nuestros pensamientos específicos: 
(4:4-5:3) «Nombra cada uno por la figura central que contenga, y luego pasa al siguiente. Da inicio a la sesión de práctica diciendo: 
Parece que estoy pensando en _____. 
Luego describe detalladamente cada uno de tus pensamientos. Por ejemplo: 
Parece que estoy pensando en [nombre de la persona], en [nombre del objeto], en [nombre de la emoción], y así sucesivamente, concluyendo al final del período de búsqueda mental con: 
Pero mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.» 
Por lo tanto, se nos pide que practiquemos el aspecto central del proceso de perdón: llevar los específicos de nuestras ilusiones a la verdad no-específica del Espíritu Santo, expresada aquí en la declaración: "Pero mi mente está absorbida con pensamientos del pasado". 
(6) «Esto puede hacerse cuatro o cinco veces en el transcurso del día, a menos que te resulte irritante. Si te resulta difícil, tres o cuatro veces es suficiente. Tal vez te ayude, no obstante, incluir la irritación, o cualquier emoción que la idea de hoy pueda suscitar, en la búsqueda mental en sí.» 
Aquí hay otro ejemplo maravilloso de cómo Jesús, al mismo tiempo que nos inspira con su amabilidad y paciencia, usa nuestra resistencia como parte de nuestra curación. Como él dice en el texto, en el contexto del especialismo: 
“Ésta es la percepción benévola que el Espíritu Santo tiene del deseo de ser especial: valerse de lo que tú hiciste para sanar en vez de para hacer daño.” (T-25.VI.4:1) 
Incluso nuestra irritación puede servir al propósito de perdón del Espíritu Santo, si permitimos que Él nos ayude." 


~ Del libro "Viaje a Través del Libro de Ejercicios de UCDM" por el Dr. Kenneth Wapnick. Traducción al Español por Alfonso Martínez. 


LECCIÓN 8 
"Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado."

Comentada por:
Oscar Gómez Díez 

Esta lección es una continuidad de la de ayer sobre nuestra percepción del tiempo. En este mundo solo vemos lo que pensamos. Y cómo realmente no vemos el presente, pues este es ocultado por nuestros pensamientos del pasado, entonces lo que vemos no es más que una ilusión, pues el pasado no existe. 
"Esta idea es, obviamente, la razón de que veas únicamente el pasado. En realidad nadie ve nada. Lo único que ve son sus propios pensamientos proyectados afuera."
Esta es una afirmación de un profundo contenido metafísico, "En realidad nadie ve nada"*. Lo que los  ojos del cuerpo nos muestran no es nuestra verdadera realidad, esta no se puede percibir con los ojos, pues la mente que ve a través de los ojos es la mente falsa, gobernada por el ego. Mientras esto sea así, tendremos una percepción equivocada del tiempo y jamás lo comprenderemos: *"El hecho de que la mente esté absorbida con el pasado es la causa del concepto erróneo acerca del tiempo de que adolece tu visión. Tu mente no puede captar el presente, que es el único tiempo que hay. Por consiguiente, no puede entender el tiempo, y, de hecho, no puede entender nada." A la forma de ver del mundo, el Curso le contrapone un nuevo concepto: la visión interior, la visión de Cristo, la visión del amor, que aprenderemos a desarrollar a través del perdón. 

PASADO = ILUSIONES:

"El único pensamiento completamente verdadero que se puede tener acerca del pasado es que no está aquí. Pensar acerca del pasado, por lo tanto, es pensar en ilusiones."
La idea del tiempo lineal del ego, se basan en tres premisas falsas:
1. Pecado = pasado 
Me he separado de Dios. 
2. Culpa = presente
Arrastro al presente mi creencia que he ofendido a Dios. 
3. Miedo = futuro
Si  he pecado, si he ofendido a Dios, el castigo será inevitable. 
En la eternidad causa y efecto son lo mismo y se dan de forma simultánea. 
En nuestra percepción del tiempo, pareciera que la causa se produce en el pasado, y la consecuencia (efecto) se produce en el futuro. Pareciera como si la causa estuviese separada del efecto por una brecha de tiempo. 
El tiempo no es más que un enorme truco del ego para evadir el supuesto castigo de Dios. El único tiempo real es el presente, el ahora, lo que el Curso va a llamar como el instante santo, aquellos momentos en que ignoramos el tiempo y nos conectamos con nuestra eternidad. 

"Muy pocos se han dado cuenta de lo que realmente supone visualizar el pasado o prever el futuro. De hecho, la mente está en blanco al hacer eso, ya que en realidad no está pensando en nada." Pensar en el pasado o en el futuro, es no pensar en nada, pues las ilusiones no son nada, de ahí que nos diga que en ese caso, nuestra mente está en blanco. 

PROPOSITO:

*"El propósito de los ejercicios de hoy es comenzar a entrenar a tu mente a reconocer cuando no está realmente pensando en absoluto. Mientras tu mente siga absorbida con ideas sin contenido, la verdad permanecerá bloqueada. Reconocer que tu mente ha estado simplemente en blanco, en vez de seguir creyendo que está llena de ideas reales, es el primer paso en el proceso de allanar el camino a la visión."*. Este párrafo nos anuncia varios propósitos de fondo:
1. Entrenarnos a reconocer nuestros pensamientos falsos. 
2. Desbloquear la verdad de ideas sin contenido. 
3. Reconocer que nuestra mente está llena de ilusiones, (está en blanco), que eso no es la Realidad. 
4. Si lo logramos, obtendremos la visión. 

La visión es la otra forma de ver al mundo que este Curso nos va a enseñar. Para ello vamos a necesitar no sólo discernir entre lo falso y lo verdadero, y perdonar todo lo falso, para que la verdad y el amor gobiernen nuestras vidas, ello incluye renunciar a todo juicio, pues los juicios nos impiden experimentar el presente con la visión de Cristo. 

PRÁCTICA:

"Los ejercicios de hoy deben hacerse con los ojos cerrados. Ello es así porque en realidad no puedes ver nada, y es más fácil reconocer que por muy vívidamente que puedas visualizar un pensamiento, no estás viendo nada." esta será una práctica recurrente en la mayoría de los ejercicios, cerrar los ojos nos permitirá adentrarnos a nuestro mundo interior. 

"Con el mayor desapego que puedas, escudriña tu mente durante el habitual minuto más o menos, notando simplemente los pensamientos que allí encuentres." Escudriñar nuestra mente será otra de nuestras prácticas recurrentes, nos convertiremos en unos expertos observadores de nuestros pensamientos. 

"Nombra cada uno por la figura central que contenga, y luego pasa al siguiente. Da inicio a la sesión de práctica diciendo:"

"Parece que estoy pensando en _____"

"Luego describe detalladamente cada uno de tus pensamientos. Por ejemplo:"

"Parece que estoy pensando en [nombre de la persona], en [nombre del objeto], en [nombre de la emoción],"

"y así sucesivamente, concluyendo al final del período de búsqueda mental con:"

"Pero mi mente está absorbida con pensamientos del pasado."

TIEMPO DE PRACTICA:

"Esto puede hacerse cuatro o cinco veces en el transcurso del día, a menos que te resulte irritante. Si te resulta difícil, tres o cuatro veces es suficiente."

MANEJO DE LAS RESISTENCIAS:"

"Tal vez te ayude, no obstante, incluir la irritación, o cualquier emoción que la idea de hoy pueda suscitar, en la búsqueda mental en sí." Esta es otra característica de la pedagogía del Curso, aquello que crees que te  irrita de la práctica, toda resistencia que percibas, es susceptible de ser perdonada, es susceptible de aplicarle el ejercicio del día. 

Disfruta esta práctica en la que desechas los obstáculos que te impiden experimentar el presente, que te impiden experimentar el amor que eres

Bendiciones 

Oscar Gómez Díez 







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